Cuenta la historia de los perfumes que los primeros en crear un perfume fueron los sumerios en la antigua Mesopotamia en el año 3500 a.C., ya que tenían amplio conocimiento en la mezcla de elementos naturales.

Sin embargo, fueron los egipcios quienes, en el Antiguo Egipto, fomentaron esta industria.

Los sacerdotes eran los encargados de su elaboración, en los laboratorios que tenían para crear también los diferentes ungüentos que utilizaban en ceremonias.

Fue en la época de Alejandro Magno, cuando el perfume se trasladó de Egipto a Grecia y comenzó a tener gran popularidad, lamentablemente era un bien de uso espiritual y el uso comercial correspondía exclusivamente a los altos mandos.

Por su parte los romanos hicieron que el perfume fuera un bien público y apto para cualquier persona.

En Francia, en los años 1200, el rey Felipe II reconoció la profesión de perfumista. En esta época se comenzaban a realizar perfumes hechos con aceites esenciales gracias al descubrimiento de la destilación y maceración.

Con la llegada de la destilación los aromas comenzaban a ser mas finos y potentes. También se abrió paso a la industria de los aceites esenciales que hoy en día conocemos.

Avanzando a la época moderna, los estudios químicos permitieron avances impresionantes en esta industria. En el siglo XIX, se logro realizar la síntesis de los elementos naturales en productos químicos odoríficos más complejos y concentrados para la creación de los perfumes de la era moderna.

El perfume está muy arraigado desde los inicios de la humanidad y su desarrollo ha pasado de ser artesanal a una industria a nivel mundial, los perfumes definen épocas, estilos de vida, emociones y recuerdos aromáticos.